La salida de combatientes y civiles de los pueblos de mayoría chií de Fua y Kefraya, en el norte de Siria, y de áreas próximas a Damasco se reanudaba este miércoles tras el atentado del pasado sábado
La salida de combatientes y civiles de los pueblos de mayoría chií de Fua y Kefraya, en el norte de Siria, y de áreas próximas a Damasco se reanudaba este miércoles tras el atentado del pasado sábado contra un convoy de evacuados en el que murieron más de un centenar de personas.
500 combatientes y sus familiares habrían salido ya de Al Zabadani al mismo tiempo que decenas de civiles refugiados en los montes aledaños a la localidad, que también habrían sido evacuados en autobús.
Otras 3.000 personas, entre ellas 700 combatientes leales al Gobierno sirio habrían salido también de Fua y Kefraya, pueblos de mayoría chií en el norte de Siria sitiados por facciones islámicas entre las que figura el Organismo de Liberación del Levante, la alianza de la exfilial de Al Qaeda.
Estas evacuaciones son, en la práctica, acuerdos de rendición que se aplican en áreas sitiadas y que se alcanzan tras negociaciones entre las autoridades y grupos rebeldes locales.
Las primeras se realizaron el fin de semana pasado, pero se interrumpieron después del atentado contra los autobuses en el extrarradio de Alepo, cuya autoría no ha sido reivindicado por ningún grupo.