¿En qué medida la prisión podría ser uno de los factores de la radicalización?

¿En qué medida la prisión podría ser uno de los factores de la radicalización?
Por Euronews
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Usman Raja es entrenador de artes marciales mixtas. Prepara a un potencial campeón en la categoría de peso ligero. El cuadrilátero forma parte, también, de otro combate que, desde hace ocho años, ha m

Al frente de The Unity Initiative, Usman ha puesto en práctica programas de “desradicalización” tanto dentro como fuera de las prisiones:

“Eso es el combate. Cuando has vivido el ambiente carcelario como es el caso de estos hombres, la violencia te permite exister en ese “ruedo”. Hablamos de ambientes en los que la gente es apuñalada, literalmente, durante el rezo del viernes. Cuando trato a esos tipos aquí, percibo ese instinto de supervivencia que han tenido que adquirir y mi función es ayudarles a despojarse de él. También, es un reto ayudarles a que aprendan a verse a ellos mismos desde una óptica más sana.”

Una mirada desde el interior que permite a Raja vislumbrar los fallos de las estrategias antiterroristas en un momento en el que los recientes ataques tanto en el Reino Unido como en Europa han vuelto a relanzar la problemática de la radicalización en las prisiones.

Muchos de los terroristas han estado en la cárcel antes de pasar al acto.

“¿En qué medida la prisión podría ser uno de los factores de la radicalización? A falta de estadísticas, la respuesta no parece sencilla. ¿Qué ocurre con los prisioneros una vez salen de la cárcel e intentan reintegrarse en la sociedad?”, se pregunta Valérie Zabrinski, reportera de Euronews.

Se estima que hay unas 130 personas condenadas por crímenes de terrorismo en el Reino Unido. La posibilidad de que vuelvan a caer en redes terroristas una vez purguen su pena preocupa a las autoridades, sobre todo tras el atentado en Westminster el pasado mes de marzo. El director del Royal Unites Services Institute ha reconocido que el programa llevado a cabo por Raja Usman, basado en la individualización, ha portado sus frutos.

Raja acude con regularidad a una mezquita del este de Londres donde trabaja con la comunidad para identificar y ayudar a personas permeables a la ideología extremista. También está en contacto con imanes y exprisioneros a los que ayudó a rehabilitarse como Jordan Horner. Encarcelado en dos ocasiones, Jordan formó parte de la “patrulla islámica” que intimidaba a los londinenses por no respetar la sharia, los videos fueron publicados en YouTube.

“Cuando entras en el sistema carcelario, te señalan por el crimen que has cometido. No les preocupaba el hecho de que ciertos presos pudieran radicalizarme, todo lo contrario, al sistema le preocupaba más el hecho de que yo pudiera radicalizar a otros prisioneros. Por eso, me transfirieron, en numerosas ocasiones, de centro, pasé por varias cárceles a lo largo y ancho del Reino Unido para acabar en Belmars, una prisión de alta seguridad. Para ser honesto, mi situación no cambió, incluso, afiancé aún más mi ideología”, confiesa Horner.

Cuando salió de prisión tras cumplir pena por agresión y violencia, crímenes reflejados en varios videos publicados en YouTube, las autoridades penintenciarias sugirieron a Jordan que contactara a Usman. Éste le ayudó a superar la rabia que le condujo a adoptar una ideología extremista.

“Cuando me convertí al islam, lo primero que sentí fue esa sensación de hermandad. ¿Sabe?, ciertas personas saben explotar esto, lo hacen con fines políticos, a nivel de lo que ocurre en la política internacional. Esas personas se apoyan en la religión o en la idea de religión que sirve a estas causas políticas para inculcarte el odio hacia los otros. Luego, comencé a reflexionar sobre todo esto, a analizarlo con la ayuda de Usman. Me hizo ver qué pasaría si era mi propia familia la que se encontrara en ese tipo de situaciones, a contextualizar la religión y si el islam justificaba todo eso”, explica Jordan Horner.

“La gente que se une al grupo Estado Islámico o que se radicaliza, en un principio comienza por amistad y hermandad con gente de su entorno que, una vez se ha ganado su fidelidad, van orientándole hacia una ideología del odio, es aquí donde comienzan los verdaderos problemas. Ese odio se cimienta con ideas como: “si ellos matan a uno de los nuestros, entonces, nosotros mataremos a uno de los suyos”. Desde un punto de vista del islam tradicional, cuando se trata de humanidad, si dañas una parte, estás dañando al conjunto”, explica Usman Raja.

Cuando se trata de extremismo, el género no supone una barrera. Quien mejor que Angela, la mujer de Usman para saberlo. Trabaja en la reinserción de mujeres condenadas por actos de terrorismo, tanto fuera como dentro de prisión.

Angela prepara a un grupo de personas que estarán en contacto con prisioneros una vez salgan de la cárcel. Es doctora y madre de cuatro hijos. ¿Qué la motiva para emplear su energía en este combate? Angela explica que la situación generada tras los atentados de París en noviembre de 2015 le hicieron ser consciente de los retos que supone la desradicalización, en todos los sentidos.

“Justo cuando ocurrieron los atentados, me paseé por una tienda con dos de mis hijas, una de ellas, que solo tenía cuatro años en esa época, le dijo “hola” a un hombre que pasaba al lado. El hombre le respondío: “no te dirijas a mí, musulmana escoria”. “¿Perdone?”, le dije y volvió a insultarme replicándome, “le he dicho que no me hable sucia musulmana”. Aquello me traumatizó. El hombre siguió diciendo: “mira lo que tu gente ha hecho en París”. Esta reacción, esta islamofobia, alimentan la retórica yihadista, construyen la ideología extremista, esa idea de: “mira como nos odian”, cuenta Angela Misra.

Pese a que el número de extremistas radicales en el Reino Unido es muy bajo en comparación con otros países, este tema ha tenido un gran impacto en la comunidad musulmana británica.

Frenar el auge de la islamofobia y combatir la radicalización con la rehabilitación de los extremistas es principal la preocupación de Ashfaq Siddique. Agente de policía durante tres décadas, Ashfaq trabaja, también, como voluntario en la elaboración de un informe sobre la corrupción policial y los servicios penitenciarios en el Reino Unido. Advierte del riesgo que conlleva la segregación en las prisiones:

“Cuando entras en el sistema carcelario te encuentras con bandas. Existen bandas musulmanas, también cristianas. A menos de combatirlas en el seno de las prisiones, el fenómeno solo puede empeorar debido a la marginalización que se genera cuando todos los musulmanes acaban juntándose, incluso, aquellos que ya están radicalizados. Entre estos últimos, hay algunos que son muy carismáticos, gente que sabe lo que piensas y que sabe como manipular a los individuos más vulnerables, aquellos que necesitan apoyo, que necesitan cierta protección e incluso aquellos a los que no les queda nada más en la vida.”

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