El Banco Central Europeo (BCE) retirará sus estímulos monetarios si sigue subiendo la inflación, e independientemente de la situación en los países de la eurozona. Así se manifestó su presidente, Mario Draghi, en una intervención en el Parlamento holandés en la que recordó que la inflación real aun está lejos de su objetivo del dos por ciento. En abril, los precios al consumo entre los países de la moneda única aumentaron al 1,9 por ciento. Aunque si se descuentan los precios de la energía y la alimentación más volátiles, aun está en el 1,1.
El día en que el banco central detenga la compra masiva de activos y comience a subir sus tipos de interés, el presidente del BCE considera que los países del sur de Europa deberán haberse adaptado ya una situación de dinero más caro. Como ahora, naciones como Holanda o Alemania se quejan de los tipos cero que perjudica los ahorros de sus pensionistas.