La polémica destitución del director del FBI, James Comey, sigue marcando la actualidad en Washington. Horas después de que el portavoz de la Casa Blanca asegurara que Trump lo destituyó siguiendo los Consejos del Fiscal General de Estados Unidos, el propio presidente estadounidense ha venido a decir en televisión que lo hizo porque quiso: “estaba haciendo un mal trabajo y nadie confiaba en él”:
- “Es un fanfarrón que trata de impresionar a los demás. El FBI ha estado agitado con él. Usted los sabe. Yo lo sé. Todo el mundo lo sabe. Iba a destituir a Comey independientemente de lo que me recomendaran”.
Sin embargo, desde el FBI solo hay buenas palabras para quien fue su jefe durante los últimos cuatro años. Ante la Comisión de Inteligencia del Senado, su sucesor en funciones, Andrew McCabe, ha afirmado de forma categórica:
- “Puedo decirles que tengo el más absoluto respeto por el Director Comey, el mayor de los respetos por sus considerables habilidades y su integridad, y ha sido el mayor privilegio y honor de mi vida profesional trabajar con él. Puedo decirle que el Director Comey ha gozado de un amplio apoyo dentro del FBI y que todavía lo tiene a día de hoy”.
El hecho de que Comey fuera destituido después de pedir más fondos para investigar la conexión rusa de la campaña que llevo a Trump a la presidencia ha puesto en pie de guerra a la oposición demócrata y algunos de sus correligionarios republicanos.