PUBLICIDADTodas las miradas en Estados Unidos reposan sobre Robert Mueller, exdirector del FBI y, desde ayer, “fiscal especial” encargado de supervisar la investigación sobre la injerencia de Rusia en las polémicas elecciones presidenciales que ganó Donald Trump. Mueller goza de una reputación intachable entre demócratas y republicanos. Tras su nombramiento, Trump ha emitido un comunicado en el que afirma que la investigación confirmará lo que ya se sabe: no hubo colusión.
Uno de los primeros en celebrar la elección de Mueller ha sido el senador republicano James Lankford, que está en la comisión de inteligencia que estudia las supuestas relaciones entre Trump y Rusia. Según Lankford, Mueller, muy apreciado en el FBI, será capaz de contentar a los investigadores, de permitirles que hagan su trabajo de forma independiente y, al mismo tiempo, tomará decisiones de forma independiente”
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, se ha apresurado a aplaudir el nombramiento a través de su cuenta de Twitter.
My statement on the appointment of Robert Mueller as special counsel at the Department of Justice → https://t.co/OOOiRBw0tipic.twitter.com/uy1Rk7zc9o
— Paul Ryan (@SpeakerRyan) 17 de mayo de 2017
La oposición demócrata, que hace unos días puso el grito en el cielo tras la destitución del director del FBI, también ha aplaudido el nombramiento:
- “Estoy muy contento”, decía el congresista Jim Himes. “Por el nombramiento y porque Bob Mueller tiene integridad intachable. Me alegro mucho”.
- “Creo que es un buen comienzo en la dirección correcta”, añadía su correligionario John Conyers. “Con el nuevo presidente, esta Administración ha encadenado una crisis tras otra, semana tras semana”.
La enésima crisis la ha provocado la difusión de extractos de unas conversaciones en las que Donald Trump presionó al destituido director del FBI para que abandonara la investigación.