PUBLICIDADLuto en Tegucigalpa y en el mundo del fútbol por la tragedia ocurrida en el Estadio Nacional de la capital hondureña. Cuatro aficionados murieron en una estampida, este domingo, y otros 25 resultaron heridos, entre ellos una mujer embarazada, que perdió el bebé que esperaba.
El drama se produjo en la Puerta 11, cuando centenares de aficionados intentaban entrar para ver la final del torneo Clausura, que enfrentaba al Motagua y el Honduras Progreso. Pero el estadio, con capacidad para 30.000 personas, ya estaba lleno. En el origen de la tragedia, la supuesta venta de entradas falsas.
Unos 600 policías vigilaban el estadio y se vieron obligados a utilizar cañones de agua y gases lacrimógenes.
El partido no se suspendió, por recomendación de los responsables de la seguridad. El resultado final: Motagua 3-0 Honduras Progreso. El presidente del Motagua, Eduardo Atala, dijo a través de su cuenta de Twitter: “No hay nada que celebrar”.
No hay nada que celebrar con lo qué pasó afuera del estadio, los agentes de seguridad recomendaron no cancelar, ya el estadio estaba lleno.
— Eduardo Atala (@EduardoAtala1) 29 de mayo de 2017
El suceso ocurrió previo al encuentro deportivo https://t.co/BPS1goeENP
— Diario La Prensa (@DiarioLaPrensa) 29 de mayo de 2017