El rey de Arabia Saudí ha nombrado como heredero al trono a su hijo, Mohamed Ibn Salman, considerado un reformista, pero también el responsable de la dura política exterior del reino en los últimos tiempos.
Con solo 31 años, el flamante príncipe saudí abarca un enorme número de responsabilidades: además de ministro de Defensa, un cargo que ya ocupaba, a partir de ahora será también vicepresidente del Consejo de Ministros y ministro del Interior. Su ascensión ha sido fulgurante desde que su padre llegó al trono en 2015. De hecho, su nombramiento como heredero conlleva la destitución de su primo, Mohamed bin Nayef, que hasta ahora era el elegido.
Muchos analistas consideran a Ibn Salman responsable de la agresiva política que está practicando la monarquía saudí, embarcada en la guerra en Yemen y protagonista del aislamiento político y comercial de Catar por los países del Golfo Pérsico.