PUBLICIDADMultitudinaria asistencia al funeral de Otto Warmbier.
Cerca de 2500 personas se reunieron este jueves en la ciudad de Wyoming, en el estado de Ohio, para dar su último adiós al joven estadounidense de 22 años, que murió seis días después de ser liberado por el régimen de Corea del Norte y entregado a su familia en coma.
El senador de Ohio Rob Portman, que participó activamente en la mediación para la liberación del joven, asegura que Pyongyang debe pagar por lo sucedido: “Corea del Norte debe rendir cuentas de lo ocurrido a Otto Warmbier, y han demostrado no sólo que no tienen en cuenta el imperio de la ley, la Convención de Ginebra, las libertades básicas que disfrutamos y que tanta gente en todo el mundo disfruta … han demostrado un desprecio por los derechos humanos básicos, por la dignidad humana “
Warmbier fue arrestado en el aeropuerto de Pyongyang, capital de Corea del Norte, en enero de 2016. Fue acusado de robar un cartel de propaganda de un hotel y, dos meses después, fue condenado en un breve juicio.
Su familia no tuvo noticias de él hasta el 13 de junio del año pasado, cuando el país asiático aseguró que había estado en coma desde su encarcelamiento después de contraer botulismo y recibir una píldora para dormir. Los médicos estadounidenses que lo atendieron a su llegada contradicen esta versión y dicen que no hay evidencia de botulismo.
La familia Warmbier cree que el daño cerebral y la posterior muerte fue el resultado de un “terrible maltrato”.