PUBLICIDADLa isla griega de Kos, a vista de pájaro horas después de ser sacudida por un terremoto. El seísmo, que alcanzó los seis coma seis grados en la escala de Richter, dejó dos muertos y más de un centenar de heridos. Los dos fallecidos eran turistas, de nacionalidad sueca y turca, que se encontraban en un bar cuyo techo se desplomó.
- “La televisión se cayó al suelo”, cuenta una turista italiana. “Durante 20 segundos fue algo muy impactante”.
El terremoto ha provocado numerosos daños en viviendas y monumentos de esta isla paradisíaca que apenas comenzaba a recuperarse de los estragos causados en el turismo por la crisis de los refugiados.
- “Fue como si un tren atravesara la habitación”, recuerda otro turista. “Me pareció que era un terremoto, así que le grité a mi hijo: larguémonos de aquí”.
El puerto de la capital ha sufrido grandes daños y, por el momento, no permite el atraque de grandes buques. En una entrevista televisada, un portavoz del Gobierno griego ha asegurado que “la situación se normaliza y está bajo control”.
Lo cierto es que tanto el aeropuerto como las principales vías terrestres siguen operativos y ninguno de los grandes hoteles ha registrado daños importantes. A pesar de las réplicas, pocos de los casi 200.000 turistas que hay en la isla han decidido volver anticipadamente a sus países de origen. En la vecina Turquía no se han registrado víctimas mortales, pero sí más de 300 heridos.