Los controles de seguridad adicionales aplicados en el espacio Schengen están suponiendo un reto para las autoridades de países como Francia o España por la alta afluencia de turistas en la temporada estival. Reino Unido ha avisado a sus nacionales de que vayan con más antelación a los aeropuertos para evitar perder el vuelo.
La asociación de aerolíneaas españolas, por ejemplo, se muestra preocupada y asegura que desde el 24 de julio 1.000 pasajeros han perdido sus vuelos. En el aeropuerto de Barcelona los británicos que vuelvan a su país, asegura, deberían llegar con tres horas de antelación.
“Este sistema de controles fue propuesto en 2015, fue acordado en 2016 y ahora estamos a mediados de 2017. Las agencias de control fronterizo tuvieron mucho tiempo de preparar e implementar los preparativos necesarios y asignar personal”, criticó la portavoz comunitaria Natasha Bertaud.
Las aerolíneas británicas han pedido a las autoridades que destinen más recursos a los controles de fronteras para evitar retrasos y problemas para los pasajeros.