Tras la llegada del presidente de Estados Unidos a Nueva York, un grupo de manifestaban se agolparon a las puertas de la Torre Trump para protestar en contra de las acciones de los grupos de extrema derecha estadounidenses y de la respuesta tan blanda que había dado el presidente ante los sucesos del sábado en Charlottesville.
En una declaración televisada y sin preguntas aseguró que “El racismo es el mal. Y aquellos que causan violencia en su nombre son criminales y matones, incluyendo el Ku Klux Klan, los neonazis, los supremacistas blancos y otros grupos de odio”.
La respuesta llegó dos días después de que un joven con conocidas ideas neonazis arrollase a un grupo de manifestantes antifascistas en le centro de Charlottesville.
En el suceso murió la joven Heather Heyer, de 32 años, y resultaron heridas 20 personas.