El líder de facto del conglomerado surcoreano ha sido condenado en el marco del caso “Rasputina” por corrupción, malversación de fondos, ocultación de activos en el extranjero y perjurio. La Justicia considera probado que Lee Jae-yong realizó donaciones millonarias a cambio de favores políticos del Gobierno. Los sobornos fueron entregados a la conocida como “Rasputina”, una confidente de la entonces presidenta surcoreana Park Geun-hye, lo que provocó su caída. Los abogados de Lee han anunciado que recurrirán la sentencia.
Unos 800 policías antidisturbios habían sido desplegados en los alrededores del tribunal de Seúl para evitar eventuales enfrentamientos entre partidarios y detractores del heredero de Samsung. El juicio ha suscitado una gran expectación en Corea del Sur, donde se refieren a él como “el juicio del siglo” por las repercusiones que pueda tener en la imagen del primer fabricante mundial de teléfonos inteligentes. Pese a los escándalos, la firma batió récords de ganancias en el primer trimestre del año.