PUBLICIDADEl discurso de Aung San Suu Kyi ha tenido su eco en la Asamblea General de Naciones Unidas. El secretario general, el portugués Antonio Guterres, pide el fin del aumento de la violencia que ha provocado la huida de unas 400.000 personas y sostiene que la situación en Birmania está poniendo en riesgo la estabilidad regional: “Las autoridades en Birmania deben acabar las operaciones militares permitiendo el acceso sin obstáculos a la ayuda humanitaria y reconocer el derecho de los refugiados a regresar de forma digna y segura”
El martes la líder del país asiático defendió a su país de la oleada internacional de críticas y aseguró que la mayoría de las poblaciones rohinyás siguen intactas. Diplomáticos como Hong Liang, embajador chino en Birmania, consideran positivo su discurso: “Ayudará a la comunidad internacional a tener una mejor comprensión de la situación de Birmania y del pueblo rohinyá”
Son muchos los que han mostrado su apoyo a Aung San Suu Chii, aunque incluso se haya puesto en duda incluso su premio Nobel de la Paz. Pero muchos rohinyás han mostrado su enfado después de haber oído que los miembros de su minoría estaban seguros. “Lo que Aung San Suu Kyi ha dicho al mundo es una completa mentira. Si lo que dice no lo es, que permitan a los medios de todo el mundo entrar en los pueblos para que puedan ver si nos torturan o si estamos felices”, explica uno de ellos.
Los rohinyás siguen huyendo hacia la frontera con Bangladesh para escapar de una violencia que, aseguran, no cesa.