El autor de la masacre de Las Vegas modificó 12 rifles para que abrieran fuego contra la multitud de manera totalmente automática y estuvo disparando entre 9 y 11 minutos. Poco a poco, las autoridades reconstruyen el puzzle, aunque reconocen que aún tienen más preguntas que respuestas y siguen sin saber las razones que llevaron a Stephen Paddock a cometer el tiroteo más letal en la historia de Estados Unidos.
El jubilado, de 64 años, planeó la matanza con meticulosidad. Disponía de 47 armas, compradas en varios estados. 23 de ellas las llevó al hotel dentro de diez maletas. También había instalado cámaras dentro y fuera de su habitación para tener un control absoluto de lo que ocurría en su entorno. Todo pensado para desatar una noche de horror entre las 22.000 personas que asistían al festival de música country, entre las que dejó 59 muertos y más de 500 heridos.
Entretanto, Marilou Danley, la pareja del autor de la matanza, ha regresado a Estados Unidos desde Filipinas, donde se encontraba. Esta mujer de 62 años, de origen filipino y nacionalidad australiana, es otra de la piezas del puzzle. No estaba en el país en el momento del tiroteo, pero Paddock le transfirió la semana pasada 100.000 dólares a su cuenta en Filipinas.
Donald Trump, que insiste en retratar a Paddock como un “enfermo” y un “demente”, viajará este miércoles a Las Vegas para reunirse con las autoridades locales y las familias de las víctimas.