PUBLICIDADSolo tenía 29 años y era el orgullo de su familia. La joven mexicana Jessica Sevilla trabajaba como médico en un hospital. Su vida la dedicaba a su empleo y a cuidar de su bebé de un año, hasta que un día, desapareció.
“A las 9 de la noche viene una de sus compañeras, médico, muy angustiada, jamás le había visto esa cara y me dijo: señora es mi obligación decirle que no encontramos a su hija. (Me dijo) que había llegado una persona baleada al hospital y que les decía que mi hija estaba con él y que se la llevaron hombres armados”, cuenta la madre de Jessica.
La policía pidió a la familia que pasara por la comisaría tres días después para iniciar la búsqueda. No fue necesario. Jessica apareció antes, muerta de un tiro en la cabeza y decapitada. Su asesinato brutal es uno más en el Estado de México, el más peligroso del país para las mujeres, con 263 feminicidios solo el año pasado, según el Observatorio contra la Violencia de Género y el Feminicidio, que responsabiliza directamente a las autoridades mexicanas.
“No se investigan adecuadamente estos crímenes, no se sancionan y, por lo tanto, se manda un mensaje de permisividad hacia la sociedad y hacia los agresores de que esas conductas no son relevantes para el Estado como para tomar cartas en el asunto (…) Se necesita y esa es la exigencia, que se tome en serio, la violencia contra las mujeres como un problema de desarrollo de este país. Mientras se siga matando a las mujeres por el hecho de haber nacido con un sexo, este país no puede decirse desarrollado ni democrático”, afirma Ana Yeli Perez, abogada del Observatorio contra el Feminicidio.
El 66 por ciento de las mexicanas ha sufrido alguna vez algún tipo de violencia, según estadísticas oficiales. Algunas organizaciones hacen talleres en los colegios en los que enseñan a las niñas a defenderse y también a estar alerta ante el peligro. “Es que una mujer no puede andar en la calle libremente. No puede ponerse falda, pantalones pegados, shorts porque luego hay personas que te andan agrediendo, hasta te andas haciendo obscenidades”, explica con mucho aplomo Mónica, una niña que estudia secundaria.
En México, 5 mujeres mueren asesinadas cada día y el 60 por ciento de los casos quedan impunes.