PUBLICIDADLa camioneta utilizada en el atropello de Nueva York acabó su carrera asesina al impactar contra un autobús escolar en la parada del instituto de secundaria Stuyvesant, un centro en el que los estudiantes se divertían y celebraban Halloween. Los adolescentes nos cuentan cómo vivieron esos momentos, entre la confusión y el pánico.
“Estábamos divirtiéndonos todos juntos, haciendo el tonto, cuando, de la nada, surgió este gigantesco escenario de crimen. Es impresionante que esto ocurriera a una manzana del colegio”, nos cuenta un chico, más sorprendido que asustado.
“Mi profesora miró fuera y vio un autobús dañado, pero no supimos hasta más tarde, cuando nos lo dijeron, que había habido un tiroteo”, explica una joven. Otra, disfrazada y con la cara pintada, añade: “Muchos fueron presa del pánico, pero es normal, porque al principio pensábamos que había un tiroteo en el instituto”.
Un colegio de primaria, el Independence, también se encuentra muy cerca del lugar del atentado. Los padres acudieron aterrorizados al centro en cuanto supieron lo que pasaba, pero tuvieron que esperar más de dos horas hasta que se permitió salir a sus hijos de las aulas.