PUBLICIDADDesesperación de los refugiados en Lesbos. Llaman a su centro de internamiento “nuevo guantánamo”
Finalmente las autoridades alivian la sobresaturación y trasladan alguinas decenas de refugiados, en su mayoría mujeres y niños, a Atenas. Toman el autobús desde el campamento hasta el barco y llegan al puerto de El Pireo.
Los que se quedan atrás tras la verja, describen a Moria como “el infierno en la tierra”.
El refugiado iraquí Sami Al-Bayati, de 20 años asegura: “Moria no es un buen sitio, quiero irme a Atenas. Aquí, no hay ni casa ni dinero. La comida es mala y nos dan una botella de agua por día. ¡Una sola!”
No les queda otra ilusión que huir. Llevan en Lesbos 6, 8, incluso 12 meses. Mientras esperan que la burocracia resuelva su petición de asilo, esperan y esperan en condiciones insoportables.
Wasim Shahnawaz ha llegado desde Afganistán, tiene 36 años: “Tienen que ayudarnos, no deberían dejarnos morir en este campo-prisión de Moria. Miren los baños. Sé que es repugnante, pero no hay ni agua ni limpieza. Todos estamos aquí como muertos en vida”.
Para el corresponsal de Euronews, Apostolos Staikos “desde hace ya meses, todo son obstáculos para meter las cámaras de televisión en el campamento de Moria. Sin embargo, los refugiados salen y protestan sobre condiciones de vida inaceptables. Insisten en que solo quieren irse de esta isla”