Desde que el ARA San Juan desapareciera, hace ya siete días, son varios los países que se han sumado a las tareas de búsqueda y rescate del submarino argentino. Brasil colabora con tres embarcaciones, una fragata, un barco polar y un barco de socorro submarino, que trabajan sin descanso en el área determinada por la Marina argentina. Desde el país vecino confían en que las reservas de oxígeno puedan durar algo más de lo que la mayoría de las previsiones auguran.
“En general, los submarinos tienen un oxígeno específico para casos de salvamento y uno específico para las operaciones”, explica José Américo Alexandre Dias, capitán de la marina de Brasil. “Pensando en estas posibilidades y también pensando en una filosofía de ahorro de oxígeno, es posible aplicar una rutina de trabajo reducida y extender así la autonomía, tal vez hasta las dos semanas”.
Un total de nueve países, entre ellos Estados Unidos, Reino Unido o Francia, colaboran con Argentina en la búsqueda de los 44 tripulantes desaparecidos, todos ellos con la incertidumbre de si el submarino permanece a flote o si por el contrario se encuentra hundido en el fondo del mar, en cuyo caso el tiempo se agota.