El atentado aún no ha sido reivindicado, pero según la fiscalía egipcia, el grupo de hombres armados izó la bandera del Dáesh
Egipto comienza el duelo nacional de tres días tras el atentado más mortífero de su historia en el que fallecieron más de 300 personas, entre ellas 27 niños, y dejó al menos un centenar de heridos.
El ataque terrorista, se produjo en la mezquita de Al Raudá, frecuentada por sufíes en el norte del Sinaí.
Los atacantes con la cara cubierta y vestidos con ropa militar, colocaron explosivos alrededor de la mezquita y dispararon de forma indiscriminada con armas de fuego automáticas.
El atentado aún no ha sido reivindicado, pero según la fiscalía egipcia, el grupo de hombres armados izó la bandera del Dáesh.
El ejército egipcio ha difundido imágenes de ataques aéreos realizados en la madrugada del sábado contra objetivos terroristas en respuesta.
En la provincia del Norte del Sinaí, donde está vigente desde 2014 el estado de emergencia, opera la rama egipcia del grupo yihadista Estado Islámico, llamada Wilayat Sina que se ha atribuído la mayoría de los atentados de los últimos años.
Con los primeros funerales como telón de fondo, las autoridades impusieron el toque de queda y un bloqueo informativo en la región.
El atentado además ha provocado la suspensión de la esperada apertura temporal de la frontera con Gaza que esperaban miles de personas.