PUBLICIDADEl papa evita referirse a los rohinyás pero pide respeto para todas las etnias sin exclusión alguna.
Francisco pasó fugazmente por Naipydó, la desolada capital administrativa birmana construida por la Junta Militar en tres años. Francisco estuvo poco más de tres horas.
Lo suficiente para escuchar y responder a la primera ministra de facto de Birmania Aung San Suu Kyi que dijo: “A medida que abordamos problemas crónicos, sociales, económicos y políticos, que han erosionado la confianza y la comprensión, la armonía y la cooperación, entre las diferentes comunidades de Rakhine, el apoyo de nuestra gente y de buenos amigos que solo desean que tengamos éxito en nuestra esfuerzos, no tiene precio”.
El papa vinculó la resolución de problemas al respeto a los derechos individuales: “El arduo proceso de consolidación de la paz y reconciliación nacional solo puede avanzar a través del compromiso con la justicia y el respeto a los derechos humanos”.
Mientras el Gobierno de Bangladesh proyecta enviar a una isla a cerca de 100.000 rohinyás, 600.000 volverían a Birmania
Para el enviado especial de -euronews_, Claudio Lavanga: “La cuidadosamente redactada declaración papal puede ser decepcionante para los que esperaron que hubiera seguido el ejemplo de los Estados Unidos y la ONU cuando llamaron a acabar con la ‘limpieza étnica’ rohinyá ‘pero ciertamente lo esperanzador es que el papa haya pedido respeto a los derechos humanos de todo el mundo aquí en Myanmar, algo que no quedará sin respuesta”.