Uber y Cabify necesitarán una autorización especial para poder operar en Madrid y Barcelona. Lo han anunciado los ayuntamientos de ambas ciudades. Responden así a una de las principales exigencias de los taxistas, que el pasado miércoles protagonizaron una huelga general de 24 horas, contra lo que consideran competencia desleal.
Los profesionales del taxi exigen que se otorgue una licencia a empresas de vehículos de alquiler con conductor (VTC), como las citadas Uber o Cabify, por cada 30 taxis. Hoy hay una por cada 11 taxis.
El paso dado por la capital española y la Ciudad Condal, donde operan unos 3.400 coches de alquiler con conductor, ha evitado que los taxistas convoquen la huelga indefinida con la que habían amenazado.
Hasta ahora, las licencias Uber y Cabify dependían de los gobiernos regionales. A partir de ahora necesitarán también una autorización municipal en Madrid y Barcelona.