Bajo sospecha. Chris Froome ha dado positivo en un control antidopaje al que se sometió en la pasada Vuelta a España. El británico, ganador de la carrera, sobrepasó el límite permitido de salbutamol en la etapa que finalizó en Santo Toribio de Liébana.
El líder del Sky señala que su asma empeoró y, ante la indicación del médico del equipo, excedió la dosis. Los análisis indican una presencia de la sustancia en una concentración de 2.000 nanogramos por mililitro; el doble del límite diario permitido por las autoridades deportivas.
El salbutamol, se suministra por vía oral o intravenosa, se suele comercializar en las farmacias bajo nombres como Ventolín, a través de un inhalador. Se trata de un broncodilatador que utilizan los asmáticos para reducir sus problemas a la hora de respirar y figura en la lista prohibida de la Agencia Mundial Antidopaje. Pero su consumo está permitido en ciertas circunstancias y bajo ciertos permisos. Froome tendrá que probar, a través de un estudio farmacocinético, que el resultado anómalo es consecuencia del uso de una dosis terapéutica superior a la indicada.