Tras una batalla ajustada Ciudadanos encabeza en número de votos y Puigdemont se consolida como líder del independentismo catalán.
PUBLICIDADLos resultados del 21-D han arrojado certeza sobre el sentimiento que ha prevalecido durante toda la campaña electoral: la fuerte división de la sociedad catalana entre secesionistas y unionistas, que ha quedado patente en las urnas.
Ciudadanos, el azote del independentismo, ha ganado en número de votos, con más de un millón, lo que la convierte en la primera fuerza política de Cataluña.
"Esta victoria hace más visible aún que la situación política en Cataluña no es la que algunos han querido vender", exclamaba una eufórica** Inés Arrimadas**. "Cataluña es diversa, Cataluña somos todos".
No obstante, este buen resultado no garantiza a la líder de Ciudadanos la investidura como presidenta de la Generalitat. En el Parlament, el independentismo ha consigo mantener su mayoría. Las opciones políticas que defienden la autodeterminación de Cataluña suman 70 de los 135 escaños.
Como líder del secesionismo, Carles Puigdemont ha conseguido reforzar su liderazgo desde el exilio. Si las encuestas anteriores al voto daban a Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) la victoria, la lista de Puigdemont, Junts per Catalunya, ha podido superarla con 940.042 frente a los 928.485 votos de la formación de Oriol Junqueras.
"La República catalana ha ganado a la Monarquía del Artículo 155", exclamó. El exvicepresident, exultante, pidió al gobierno de Mariano Rajoy "rectificación, reparación y restitución", así como que reconsidere la aceptación de un referéndum de autodeterminación.
"Hemos ganado elecciones en situación excepcional. Con candidatos en prisión, con gobierno en el exilio y sin disponer de las mismas herramientas que el estado", destacó el líder de Junts per Catalunya.
Desde Bruselas, Puigdemont, que delegó su voto en una joven de 18 años, recordó a Junqueras y a los demás líderes independentistas que permanecen en prisión.
En la otra cara de la moneda, Xavier García Albiol, l´´ider del Partido Popular en Cataluña, reconocía la derrota sin paliativos. "No es una noche para celebrar", comenzaba su discurso. La formación de Rajoy ha perdido ocho escaños en el Parlament y más de 165.000 votos con respecto a las últimas elecciones regionales de 2015.
Albiol lamentó que el bloque consitucionalista no hayan sido capaz de generar "una alternativa distinta al independentismo en el Parlament". "Si ha habido alguien que en la historia de Cataluña se ha partido la cara por los catalanes que se sienten españoles es el PP", insistió.
Pese a las diferencias irreconciliables de los dos bloques, todas la formaciones coincidieron en elogiar la normalidad con la que transcurrió la jornada y los índices récord de participación. El 81,94% de los electorales catalanes acudieron a votar, frente al 74,95% de 2015. La participación más alta de la historia electoral reciente. Por encima de la elección de Felipe González en 1982.
Como anécdotas de la noche, el infructuoso intento de los activistas de Anonymous de tumbar la página de web de Indra, empresa encargada de recopilar los votos de las mesas electorales, la lentitud del escrutinio en general y la falta de sondeos al cierre de las urnas de las televisiones públicas, tanto la española como la catalana.
Por provincias, Ciudadanos ha arrasado en Barcelona y Junts per Catalunya lidera en Girona y Lleida (consulta aquí todos los resultados).
Tras meses de fuertes tensiones, que terminaron en la aplicación del Artículo 155 por primera vez desde la Constitución de 1978 y en la disolución del Govern liderado por Carles Puigdemont, se vislumbra la necesidad de coaliciones electorales para hacerse con el mando de la Generalitat.
El futuro de Cataluña sigue en el aire al final de su jornada decisiva.
Resultados
La jornada electoral en imágenes
