Londres y Moscú tratan de mejorar sus relaciones bilaterales, a pesar de sus diferencias en asuntos como Siria y Ucrania
Boris Johnson y Serguéi Lavrov reunidos en Moscú buscan mejorar las relaciones bilaterales entre sus países, a pesar de sus diferencias en asuntos como Siria y Ucrania.
En su primera visita de trabajo desde que asumió el cargo en 2016, Johnson, además, ha denunciado la injerencia rusa en procesos electorales de EEUU, Alemania y Francia. Pero ha matizado querer pasar página para normalizar sus relaciones con Moscú.
"No podemos obviar las dificultades. Hay grandes diferencias en nuestros puntos de vista sobre Ucrania, los Balcanes Occidentales, o como ha señalado la Primera Ministra Theresa May, sobre las actividades rusas en el espacio cibernético. Además, apoyamos a la comunidad LGBT en Chechenia y en otros lugares, tal como la gente esperaría de nosotros", dijo Johnson en rueda de prensa.
El Ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov ha llamado a abordar las preocupaciones mutuas "cara a cara" tras constatar que las relaciones entre Moscú y Londres se encuentran en un nivel muy bajo.
"No recuerdo ninguna acción agresiva de Rusia hacia el Reino Unido, señaló Lavrov por su lado. Nunca hemos acusado a Londres de nada y, sin embargo, escuchamos muchas acusaciones, incluso insultos proferidos por el Reino Unido hacia Rusia, como que apoyamos a un régimen criminal en Siria, que somos agresores, que somos invasores".
Pese a las diferencias, ambos países necesitan cooperar en asuntos de interés común como el acuerdo sobre programa nuclear de Irán, el poner freno a Corea del Norte y garantizar avances en lo que se refiere al futuro de Siria.