El último cohete de SpaceX, lanzado este viernes en California, deja tras de sí una estela blanca que causó una gran conmoción entre los asistentes.
El cohete propulsor Falcon 9 despegó desde la base Vandenberg en el condado de Santa Bárbara poco después de las 5:30 de la tarde. Llevaba consigo la serie más reciente de satélites para Iridium Communications.
El lanzamiento durante la puesta del sol creó una estela brillante que generó desconcierto e incluso preocupación entre los habitantes del sur de California. Muchos automovilistas incluso, abandonaron sus coches en las carreteras para tomar fotografías.
El mismo cohete propulsor puso en órbita satélites Iridium en junio. Aunque, entonces aterrizó sobre una plataforma en el Océano Pacífico y se desplomó en el mar.