Se desploman las temperaturas cerca de Fort Frances, en Ontario, Canadá, durante el 27 de diciembre, llegando a perder cerca de 33ºC, según la información del Gobierno canadiense.
Para mostrar el efecto inmediato del enorme frío, Kerrilyn Esselink, de la estación meteorológica de Manitou, ha lanzado al aire el contenido de una botella de agua que se ha congelado al instante en contacto con el viento helado.
