Está en China y recorre más de 3.300 kilómetros.
Para ser ténico de mantenimiento en esta línea de alto voltaje china hay que tener nociones de funambulismo.
Destinada a transportar electricidad procedente de las plantas de energías renovables del oeste de China a las provincias del centro y este del país, recorriendo más de 3.300 kilómetros, es considerada la más alta del mundo.
En uno de sus tramos, suspendido sobre las aguas del Río Amarillo, los operarios hacen las últimas comprobaciones antes de que entre en servicio, haciendo frente al vértigo que provoca estar caminando a 300 metros de altura sobre los cables.
En total hay 16 cables, y solamente los que comunican las dos torres en ambas orillas pesan alrededor de 70 toneladas.