Empleados de una fábrica turca que trabajaba para Zara piden justicia

Empleados de una fábrica turca que trabajaba para Zara piden justicia
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Por Euronews
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140 empleados de la fábrica turca Bravo Textils, que trabajaban para Zara y Mango reclaman los salarios atrasados desde hace más de un año. La planta cerró repentinamente, dejándolos en la calle. Inditex asegura haber pagado a su dueño todo el trabajo, pero este desapareció sin dejar rastro.

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Cuando Hikmet Cingöz y sus compañeros si dirigían a su trabajo en una fábrica de ropa en Turquía, en el verano de 2016, pensaban que sería un día como cualquier otro. 

Pero no. Los empleados, que producían vestimenta para algunas de las grandes marcas europeas, fueron recibidos con la noticia de que acababan de perder su empleo. 

"Encontramos las puertas abiertas pero no había nadie dentro", recuerda Cingöz, un padre de familia de 47 años que trabajaba en el departamento de reparaciones. 

En los meses anteriores al traumático cierre de la fábrica Bravo Textils y de la desaparición de su dueño, Cingöz asegura que ni él ni sus compañeros cobraron sus salarios. 

"Cuando pedimos nuestro sueldo durante los últimos tres meses dijeron que la fábrica atravesaba una mala etapa, pero que si teníamos un poco de paciencia todo se arreglaría pronto", asegura Cingöz a Euronews. 

La fábrica producía ropa para las marcas españolas Zara y Mango y para la británica Next. Muchos empleados se sintieron por ello seguros de que los supuestos problemas económicos serían fácilmente resueltos. Sin embargo, la planta cerró de repente dejando en la calle a 140 trabajadores, a los que tampoco pagó lo que les debía. 

Tras esperar durante casi un año y medio una solución, Cingöz y decenas de sus excolegas decidieron pasar a la acción. Introdujeron mensajes en la ropa vendida en las tiendas de Zara de Estambul en los que pedían ayuda. 

"Hice este producto que usted va a comprar, pero no me pagaron por ello", se puede leer en las etiquetas escritas en turco.

También incluyeron un enlace de change.org para firmar una petición en internet de apoyo a los trabajadores, que ya tiene unas 300.000 adhesiones. 

Bego Demir, representante de la Alianza Internacional de Defensa de los Derechos Laborales **[*Clean Clothes Campaign,* ](https://cleanclothes.org/)dirigió a los trabajadores despedidos en la campaña de marketing de guerrillas que tenía por objetivo Zara, dado que la marca española era responsable de la mayoría de los pedidos de la fábrica.

Demir asegura que la idea de contar a los consumidores lo que estaba ocurriendo se le ocurrió tras su fracaso en el intento de crear un grupo de presión que tuviera efecto sobre estas grandes empresas. 

"Los trabajadores necesitan el dinero para pagar sus alquileres e hipotecas", comenta a Euronews. 

Entre las mayores preocupaciones de Cingöz en los cuatro meses que tardó en encontrar otro trabajo estaba la de cómo pagar el alquiler de su vivienda y la educación de su hija. Asegura que durante sus cuatro años en la fábrica por un sueldo mensual de 348 euros, invirtió todo lo que tenía en el trabajo. 

"Trabajé todos los días", afirma. "La mayoría de ellos hacía horas extras para poder mantener a mi familia, porque mi sueldo era muy bajo".

Un compañero suyo no pudo casarse por culpa de sus deudas. Actualmente vive en condiciones infrahumanas de las que se ve incapaz de salir", asegura Demir. 

Un portavoz de Inditex, la matriz de Zara, ha asegurado a Euronews haber pagado todas sus obligaciones contractuales con la fábrica Bravo, "pero su propietario desapareció de forma fraudulenta", añade. 

Según este representante del gigante español, Inditex estaba comprometido a encontrar una solución para los afectados, y había trabajado junto a otras marcas para establecer un fondo que cubriera los sueldos no pagados, indemnizacones y vacaciones no disfrutadas. Pero todo ha quedado en el aire. Demir exige a las marcas hacer más para ayudar a los trabajadores. 

"Las marcas aceptan su responsabilidad pero se niegan a pagarles. Deberían reunirse con ellos y hacerlo", mantiene. 

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Mientras, Cingöz pide a los consumidores que colaboren.

"No digo que dejen de comprar en Zara porque aún hay muchas familias que dependen de esos ingresos. Solo les pido que fuercen a esta empresa a pagar lo que se les debe a los trabajadores". 

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