Tres magistrados deben resolver este miércoles el recurso sobre la condena del expresidente brasileño a nueve años y medio de cárcel por corrupción.
PUBLICIDADBaño de masas de Lula da Silva antes de la trascendental jornada para su futuro. Unas 70.000 personas han apoyado al expresidente de Brasil en la ciudad de Porto Alegre, antes de que tres jueces decidan hoy sobre la anulación de su condena por corrupción, la primera contra un presidente en su país. Dilma Rousseff, sucesora de Lula y apartada del cargo en 2016 también por corrupción, ha querido acompañarle.
"La gente debe entender que no estoy preocupado por mí, estoy preocupado por lo que les pasa a los brasileños", ha dicho el líder del Partido de los Trabajadores.
Lula es el favorito en las encuestas previas a las elecciones presidenciales del siete de octubre. Pero el hombre que saco de la pobreza a 35 millones de ciudadanos podría quedar inhabilitado si se ratifica la pena a nueve años y medio de prisión por haber aceptado un apartamento a cambio de favorecer contratos a la constructora OAS. Es una de las siete causas que tienen pendientes con la Justicia.