La República Checa inició hoy la segunda vuelta de unas elecciones presidenciales que determinarán si reafirma la posición euroescéptica del actual jefe de Estado, Milos Zeman, o apuesta por la senda integradora de su rival, el académico Jiri Drahos.
En las calles de Praga, el deseo de que las presidenciales se traduzcan en cambios es latente, aunque las encuestas reflejan una sociedad dividida en dos.
Jiri Pehe es director de la Universidad Nueva York en Praga: "Creo que la división fundamental en la sociedad checa es entre lo que llamaría postcomunismo y la modernidad. Creo que muchos votantes de Milos Zeman son personas que están, en cierta medida, enraizadas en el pasado, temen los desafíos de la mundialización y la modernidad, y buscan protección. Eso es lo que les ofrece Zeman, mientras que los partidarios de Drahos son más abiertos y proeuropeos".
Beatrix Asboth, Euronews: "El resultado de las elecciones presidenciales checas tendrá consecuencias en la Europa Central y Oriental, en los cuatro de Visegrado y en sus relaciones con Bruselas. La pregunta es si la potente voz nacionalista de ese grupo permanecerá unida sin fisuras contra Bruselas o si el nuevo presidente liderará una política capaz de quebrar esa unidad".