Nikolas Cruz ya había amenazado en una cuenta de YouTube con provocar una masacre en un colegio. El FBI buscó al autor del mensaje, pero no dio con él, a pesar de que aparecían su nombre y apellido.
El FBI siguió hace meses la pista de Nikolas Cruz, el autor de la masacre de Florida. El joven de 19 años, en prisión incondicional tras haber sido acusado de 17 cargos de asesinato premeditado, publicó en septiembre pasado, en una cuenta de YouTube, un mensaje en el que ya anunciaba su intención de cometer una masacre en una escuela.
El FBI, alertado por el dueño de la cuenta, llevó a cabo una investigación. Sin embargo, aseguran que no consiguieron identificar al responsable, a pesar de que en el mensaje aparecían el nombre y el apellido reales del autor.
"El comentario decía simplemente: voy a ser un tirador escolar profesional -se defendió ante la prensa el agente Robert Lasky-. El FBI revisó bases de datos y llevó a cabo verificaciones, pero no pudo identificar a la persona que hizo el comentario".
A Cruz no le resultó difícil llevar a cabo su amenaza. Compró legalmente el fusil semiautomático AR-15 en una armería del sur de Florida.
Llegó a la escuela a las 14:19 horas, en un coche Uber conducido por una mujer, sin ninguna relación con el tiroteo. Activó la alarma antiincendios y, cuando los alumnos comenzaron a evacuar el centro, Cruz empezó a disparar a diestro y siniestro por los pasillos del centro y algunas aulas. Después dejó el rifle. Salió a pie, se compró un refresco en un Subway y se fue a un McDonalds durante un tiempo aún indeterminado.
La prensa estadounidense asegura además que Nikolas Cruz era miembro de un grupo supremacista, aunque esa información aún no ha sido confirmada.