Ni Colau ni Torrent acudieron a la recepción del monarca antes de la cena de inauguración del Mobile World Congress. El Gobierno habla de un "desplante mezquino" que pone en peligro la continuidad del congreso de telefonía en la Ciudad Condal.
Una Barcelona bloqueada, con marchas y actos de protesta de cientos de independentistas contra la presencia del Rey. Así ha sido el arranque en la Ciudad Condal del Mobile World Congress, la feria de telefonía más importante del mundo.
Se vivieron momentos de tensión entre los manifestantes y las fuerzas del orden. También hubo algunos heridos leves cuando los Mossos d'Esquadra trataban de impedir el paso hacia el Palau de la Música, donde tenían lugar los actos de bienvenida al congreso.
El boicot independentista al rey también tuvo su reflejo en los actos oficiales. Ni la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ni el presidente del Parlament, Roger Torrent, acudieron a la recepción oficial del monarca.
Colau y Torrent sí estuvieron, en cambio, en la cena posterior, sentados en la misma mesa que Felipe VI. El presidente del Parlament, que llevaba prendido en la chaqueta el lazo amarillo, no habló con el Monarca. Colau sí mantuvo un breve intercambio con él. El Gobierno ha calificado este comportamiento de "desplante mezquino".
En su discurso, el Rey apeló a la "cooperación" institucional para evitar que el Mobile termine por irse de Barcelona. El congreso de telefonía deja cada año en la ciudad más de 460 millones de euros.