La guerra comercial que mantienen Europa y Estados Unidos amenaza con vivir un nuevo capítulo, esta vez a cuenta de la industria automovilística.
La guerra comercial que mantienen Europa y Estados Unidos amenaza con vivir un nuevo capítulo, esta vez a cuenta de la industria automovilística. Primero fue el acero y el aluminio. El gobierno estadounidense decidió elevar los aranceles a la importación de estos materiales. A continuación, el pasado viernes, Bruselas respondió advirtiendo que ellos estudiarían hacer otro tanto.
De momento, el último movimiento proviene del presidente de Estados Unidos, un Donald Trump que a través de sus redes sociales ha amenazado con que si eso ocurre su Gobierno responderá aplicando un nuevo impuesto, esta vez sobre los coches europeos que llegan a Estados Unidos.
Algo que afectaría, y mucho, a marcas como Volkswagen o BMW que tienen fábricas en suelo estadounidense.