El Tribunal Constitucional ha rechazado excarcelar al candidato de las fuerzas independentistas a la presidencia de la Generalitat, una petición con la que pretendía acudir al pleno de investidura del Parlament previsto para el lunes.
La Justicia española ha levantado un muro casi infranqueable para las aspiraciones de Jordi Sànchez de ser investido nuevo presidente de la Generalitat de Catalunya. El Tribunal Constitucional ha rechazado la petición del expresidente de la independentista Asamblea Nacional Catalana de suspender su prisión preventiva, un encarcelamiento que le impide acudir al pleno de investidura previsto para el próximo lunes 12 de marzo a las 10 de la mañana.
Por otra parte, el juez del Tribunal Supremo que lleva su caso, Pablo Llarena, ha fijado un periodo de cinco días, es decir, hasta el lunes, para que las acusaciones se pronuncien sobre la petición de libertad de Jordi Sànchez. Si las acusaciones agotan este plazo, Llarena no se pronunciará sobre la excarcelación temporal del candidato de las formaciones independentistas antes de la fecha y hora previstas.
El reglamento del Parlament de Cataluña establece claramente que la investidura debe ser presencial, por lo que la elección de Sànchez, que está en prisión desde mediados de octubre, como candidato, lleva a la cámara autonómica a un callejón sin salida.
Hace unas horas, desde la cuenta de Twitter de Sànchez se emitió un tuit en el que reclamaba igualdad de todos ante la ley.