Tras dos noches detenida, la única acusada del homicidio del niño de ocho años ha roto su mutismo y se ha declarado culpable
La principal sospechosa del asesinato de Gabriel Cruz, Ana Julia Quezada, ha confesado este martes la autoría de los hechos coincidiendo con el funeral del pequeño en la catedral de Almería.
Tras pasar dos noches detenida, la única acusada del homicidio del niño de ocho años ha roto su mutismo y se ha declarado culpable. Gabriel Cruz desapareció el pasado 27 de febrero durante el puente de Andalucía en la localidad de Hortichuelas, en Almería, allí pasaba unos días con su abuela. Los investigadores calculan que el niño salió de la casa sobre las tres de la tarde de ese día. La denuncia de su desaparición no llegó hasta las ocho.
La sobreactuación constante de Quezada y su aportación de la única prueba hicieron a la policía sospechar de ella. La sospechosa entregó a la policía una camiseta del niño que dijo haber encontrado en una zona que la policía ya había registrado. Quezada fue detenida cuando transportaba el cadáver en un coche para ocultarlo de las autoridades.
Según la autopsia, el pequeño fue estrangulado el mismo día de su desaparición. La madre de Gabriel pidió en una entrevista radiofónica en la cadena Onda Cero que "no se extienda la rabia" y que se evite hablar más de Quezada.
También agradecía la ayuda prestada estos días por la gente que ha estado a su lado.