Las facciones en guerra no han respetado en ningún momento el principio sagrado de la protección de los niños, denuncia Geert Cappelaere de UNICEF.
PUBLICIDADLos bombardeos del Ejército turco sobre el enclave kurdosirio de Afrín no han cesado en las últimas horas.
Al menos 16 civiles han muerto por el bombardeo al único hospital que aún funcionaba en la ciudad.
Los violentos combates entre las fuerzas turcas y la milicia kurdosiria que dominaba la ciudad de Afrín han provocado la huída de más de 150.000 civiles desde este miércoles.
Los desplazados, entre los que se encuentran decenas de miles de niños, llegan a Nubul y Al Zahrá, pueblo cercanos ubicados en la provincia de Alepo bajo control gubernamental.
Geert Cappelaere, director regional de UNICEF para Oriente Medio y Norte de África, lo denuncia:
"Ni un solo día y en ningún momento, en los últimos siete años las facciones en guerra y los países que les apoyan han demostrado el más mínimo respeto por el principio sagrado de la protección de los niños, donde sea que estén. No han mostrado en ningún momento el respeto por ese principio".
El Ejército sirio anunció este viernes que domina el 70% de Guta Oriental tras los avances de los últimos días. A pesar de la tregua de 30 días exigida por la ONU a fines de febrero, en Siria la escalada de violencia ha incrementado cuando se cumplen siete años del conflicto.
El enviado especial de la ONU Staffan de Mistura ha señalado además "nuevas denuncias" del uso de gas cloro como arma incendiaria contra la población civil.
La Organización de las Naciones Unidas ha dado la señal de alarma ante la situación de los civiles en Siria, concretamente en Guta Oriental y en Afrín.
El éxodo masivo se da en condiciones penosas y decenas de miles de personas carecen de suministro de agua y otros productos básicos.