La justicia se cierne sobre Nicolas Sarkozy. La noticia de que será juzgado por corrupción y tráfico de influencias llega una semana después de su inculpación por presunta financiación ilegal de campaña con dinero del régimen libio de Gadafi.
PUBLICIDADEl cerco judicial se cierra en torno a Nicolas Sarkozy. El expresidente francés va a ser juzgado por corrupción y tráfico de influencias en el llamado caso de las escuchas.
Sarkozy se va a sentar en el banquillo por unas conversaciones, cuando su teléfono estaba pinchado, en las que se deducía que estaba tratando de obtener información secreta de un juez sobre un caso que investigaba si Liliane Bettencourt, la heredera del imperio cosmético L'Oréal, había financiado ilegalmente su campaña de 2012. A cambio, el expresidente estaba dispuesto a ofrecer al magistrado un puesto en Mónaco. El juez en cuestión, Gilbert Azibert, que ya no ejerce, también se sentará en el banquillo de los acusados. Los abogados del exmandatario ya han anunciado que presentarán un recurso.
Hace apenas una semana Sarkozy fue inculpado en otro sumario, referente a la presunta financiación de su campaña de 2007 con dinero del régimen libio de Muamar el Gadafi. Y aún tiene otro asunto pendiente con la justicia, también por financiación ilegal de campaña, el llamado "caso Bygmalion".
Hasta ahora, el único jefe de Estado francés que ha pasado por los tribunales es Jacques Chirac, condenado a dos años de cárcel en 2011, exentos de cumplimiento, por el caso de los empleos ficticios en la alcaldía de París.