La exsenadora y excandidata a la Presidencia de Colombia dice que hay que evitar que fuerzas políticas tomen decisiones en contra del interés de paz de todos los colombianos.
Ingrid Betancourt pide que se hagan esfuerzos para proteger el acuerdo de paz en Colombia, si es necesario mejorándolo, pero sin que sus fallas sean pretexto para abrir de nuevo la caja de Pandora de la guerra en el país.
La exsenadora y excandidata a la Presidencia de Colombia se inquieta por la posibilidad de que la acción de fuerzas políticas destruya lo que se ha construido, como señaló durante un debate en el marco de la Feria del Libro de Bogotá.
"Que podamos proteger la paz. ¿Haciéndole cambios? Sí, si es necesario, pero que esto no sea la excusa para volver a prender la guerra", afirma Betancourt, que actualmente vive en Francia.
"Yo creo que los líderes que tenemos al frente no son personas bélicas per se. Pero lo que tenemos que ver son las fuerzas que acompañan a estas personas y que en algún momento las pueden chantajear o las pueden obligar a tomar decisiones que estarían en contra del interés de paz de todos los colombianos", dijo sin dar ningún nombre.
Betancourt, que hoy tiene 56 años, fue una congresista abanderada de la lucha contra la corrupción en los años 90. En 2002, cuando era candidata a la Presidencia, fue secuestrada por las FARC.
Pasó seis años en manos de la guerrilla. Años de cautividad que no aún le pesan y que, reconoce, que son difíciles de reconciliar con el perdón. No obstante, asegura que ha perdonado a sus captores, como demuestra su apuesta decidida por la paz.