El primer viaje de Pompeo lo deja claro: el enemigo es Rusia. El flamante Secretario de Estado estadounidense ha estrenado el cargo en la sede de la Alianza Atlántica, donde ha destacado el "valor incalculable" de la labor de la OTAN.
PUBLICIDADMike Pompeo se ha estrenado en suelo europeo como Secretario de Estado estadounidense. Apenas trece horas después se confirmado en el cargo por el Senado, el nuevo rostro de la diplomacia de la Administración Trump ha acudido a la sede de la OTAN en Bruselas para lanzar un mensaje sobre la importancia que la organización tiene para EEUU:
"El trabajo que se hace aquí hoy es de un valor incalculable. Esta misión es muy importante para Estados Unidos. El presidente deseaba que viniera aquí", explicaba el exdirector de la CIA ante la prensa.
Palabras que contrastan con las duras críticas que lanzó Trump en el pasado. El Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha dejado entrever que Rusia tiene mucho que ver en este cambio de percepción:
"No estamos en la antigua Guerra Fría, pero tampoco tenemos la asociación estratégica que intentamos construir después de la Guerra Fría, así que esto es algo nuevo. Es aún más importante ser firmes y fuertes... pero, al mismo tiempo, mantener abiertos los canales de diálogo", ha dicho Stoltenberg.
Aunque los miembros de la OTAN pueden estar de acuerdo en la amenaza que representa Rusia, no lo están tanto a la hora de soportar el gasto que supone hacerle frente.
"La rápida visita de Mike Pompeo a la OTAN en Bruselas es considerada como muy significativa por los aliados europeos. Sus palabras de apoyo a la alianza suponen un impulso después de la reprimenda temprana de Donald Trump, y antes de una cumbre, en julio, en la que los líderes de la OTAN están dispuestos a elevar el listón de la disuasión con Rusia, un país que Washington tiene en el punto de mira", explicaba el corresponsal de euronews Damon Embling.