El líder opositor se perfila como próximo primer ministro, incluso con el beneplácito implícito del partido gobernante.
PUBLICIDADTras varios días de protestas en contra del Gobierno, incluido este domingo en el que activistas han cortado las calles, el líder opositor se perfila como el próximo primer ministro del país.
La votación en el parlamento tendrá lugar el 1 de mayo, y el gobernante Partido Republicano ya ha renunciado a presentar candidato alguno ante el clamor de aquellos que han tomado las calles.
“Nosotros también vemos el apoyo de la opinión pública a Nikol Pashinián.... Y eso le convierte en alguien legitimo para unirse al diálogo para buscar una solución adecuada. Creo que es muy importante escuchar cuál es la postura del único candidato a la elección de primer ministro, cuál es su posición en los asuntos principales de Armenia. Queremos escuchar su programa, su visión sobre cómo salir de esta situación”, explicaba Armen Ashotyan, vicepresidente del Partido Republicano.
Pashinián, ante los micrófonos de Euronews, ha asegurado que lo que está haciendo es seguir las demandas del pueblo, que quiere un cambio de gobierno.
“Creo que quien sale ganando de verdad es el pueblo de Armenia. El pueblo de Armenia nos apoyó en nuestra idea de que necesitamos cambios, necesitamos un nuevo Gobierno en Armenia. Creo que la pregunta es si el Partido Republicano quiere resolver esta crisis. Si quieren hacerlo, deberían votar al candidato del pueblo... Y la realidad es que en los últimos 20 años hemos tenido gobiernos que no contaban con el apoyo del pueblo, gobiernos en los que el pueblo no creía. Por ello, nuestro pueblo se ha sentido decepcionado hasta ahora. La gente no creía en su futuro, y ahora sí cree en su futuro”, declaraba.
El líder opositor cuenta con el apoyo de la mayoría de partidos, lo que le permitiría imponerse en la votación. Así lo ve nuestro enviado especial, Apostolos Staikos: "Muchos esperaban un auténtico drama político en el Parlamento de Armenia en la elección de un nuevo primer ministro, pero Nikol Pasiniyan está un paso por delante. No obstante, su tarea no será fácil, ya que tendrá que trabajar con aquellos a los que hasta hace un día les acusaba de corruptos y obsesionados con el poder".