El trofeo ha regresado a Rusia, procedente de Japón, tras completar la gira más larga de la historia de los Mundiales. Un viaje en el que ha visitado más de medio centenar de países y ha recorrido casi 150.000 kilómetros
Ha vuelto a 'casa'. El trofeo de la Copa del Mundo de fútbol ha regresado a Rusia, procedente de Japón, tras completar la gira más larga de la historia de los Mundiales. Un viaje en el que ha visitado más de medio centenar de países y ha recorrido casi 150.000 kilómetros. La ansiada copa aterrizó en Vladivostok de la mano de Gilberto Silva, campeón con la selección de Brasil en 2002. Tras Vladivostok, visitará Siberia, además de otras seis ciudades, antes de llegar a Moscú. El campeón alzará el trofeo el próximo 15 de julio tras la final que se disputará en el estadio Luzhnikí, en la capital rusa.