Aterrizan en Washington los tres estadounidenses liberados por Pyongyang, en un gesto cargado de simbolismo antes de la cumbre histórica entre los Estados Unidos y Corea del Norte.
Aterrizan en Washington los tres estadounidenses liberados por Pyongyang, en un gesto cargado de simbolismo antes de la cumbre histórica entre los Estados Unidos y Corea del Norte. El presidente norteamericano, Donald Trump, se acercó este jueves junto a la primera dama, Melania Trump, a la base aérea de Andrews, en las afueras de la capital estadounidense, para recibirlos bajo la gran expectación generada por el encuentro entre ambos países.
"Quiero agradecer a Kim Jong Un quien realmente se ha comportado de manera excelente con estas tres personas increíbles," declaró Trump tras recibir a los ciudadanos liberados por el régimen norcoreano.
"Mi logro del que más orgulloso estaré será la desnuclearización de la península entera", prosiguió el mandatario. Los tres ciudadanos liberados fueron trasladados a un centro médico militar, aunque el presidente estadounidense aseguró que parecen estar en buen estado de salud.
La muy esperada cumbre se centrará en el programa de armas nucleares norcoreano, al que Trump exigió que Kim renuncie irreversiblemente. Sin embargo, el líder norcoreano ha dado pocos indicios de lo que está dispuesto a conceder o lo que va a pedir a cambio.
Los liberados son Kim Dong-chul (64 años), Kim Sang-duk (58) y Kim Hak-song (ronda los 60), todos de origen surcoreano y nacionalizados posteriormente estadounidenses. Kim Dong-chul, detenido en 2015, estaba condenado a diez años de cárcel por espionaje, mientras que los otros dos fueron arrestados hace un año y estaban acusados de "actos hostiles" contra el régimen norcoreano.
Su liberación se interpreta como un gesto de buena voluntad de Pyongyang ante la inminente reunión con Trump. Los tres fueron liberados durante una visita a Pyongyang del secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, para organizar la próxima cumbre entre los dos dignatarios.