Una multitud enfervorizada aclamó al candidato de Esperanza para el Cambio en su último acto antes de las elecciones, en el que repartió comida y proporcionó asistencia médica.
Repartiendo sopa e invocando a Dios ha cerrado su campaña el candidato a la presidencia de Venezuela, Javier Bertucci.
Para el acto eligió Valencia, la capital del estado de Carabobo, donde durante los últimos años ejerció como pastor de la iglesia evangélica Maranatha. Allí, ante una multitud enfervorizada, que soportó un calor asfixiante y un sol de justicia, aseguró que Dios le ha elegido para ser el próximo presidente del país.
"Finalmente, Dios es el que pone y Dios es el que quita presidentes. El cielo ya decidió y este domingo le toca al pueblo venezolano aliarse con el cielo", señaló.
Bertucci instaló para la ocasión una especie de campamento de ayuda humanitaria, que incluía una consulta en la que decenas de profesionales proporcionaron atención médica. También se repartieron miles de raciones de sopa y se instalaron castillos inflables para los niños.
El aspirante de Esperanza para el Cambio se ha adelantado en un día al cierre de campaña de los otros candidatos. El presidente Nicolás Maduro lo hará este jueves en la avenida Bolívar de Caracas, convencido de su victoria en unas elecciones sin Leopoldo López ni Capriles, principales figuras opositoras, y boicoteadas por la coalición antichavista Mesa de Unidad Demócratica.