El paseo en carroza de los recién casados y nuevos Duques de Sussex, llenó de regocijo a quienes esperaban impacientes para ver juntos a los cónyuges. El acontecimiento vistió la localidad inglesa de rojo, blanco y azul
PUBLICIDADÉxtasis en las calles de Widnsor con la 'boda del año'. El paseo en carroza de los recién casados y nuevos Duques de Sussex, llenó de regocijo a los ciudadanos que esperaban impacientes para ver juntos a los cónyuges.
"Las aceras están repletas de gente que se ha congregado para festejar el enlace. Las autoridades policiales estiman que alrededor de ciento cincuenta mil personas se han dado cita en la localidad", señalaba el corresponsal de euronews sobre el terreno.
El acontecimiento tiñó la localidad inglesa de rojo, blanco y azul; colores de la enseña del Reino Unido. Pese al cansancio, para quienes acudieron a Windsor, el esfuerzo había merecido la pena.
"Fue muy emocionante, no pudimos conciliar el sueño. Nos despertamos de madrugada y vinimos desde Enfield, al norte de Londres, para pasar aquí el día".
"Escuchar las canciones del coro fue increíble y el coro de góspel era muy hermoso. Era majestuoso. Incluía elementos tradicionales y resultó muy especial ver a los novios cuando intercambiaron votos y se miraron con tanto cariño. Hubo una ovación, se descorcharon botellas de champán, se lanzó confeti y nos unimos al canto del coro".
Bajo el radiante sol que se unió a la cita, miles de personas pudieron vivir in situ un momento histórico de la realeza británica. Todos asistieron expectantes a lo que denominan un 'cuento de hadas'.
"Ella es tan elegante. Impresiona comprobar que es tan sencilla y tan hermosa".
"Es como vivir el cuento de la Cenicienta. Es un sueño. Todavía tiemblo de la emoción y se me han disparado las pulsaciones.
El príncipe Enrique y Meghan Markle recorrieron las calles de Windsor en una carroza descubierta, escoltada por el Regimiento de Caballería de la Casa Real, antes de regresar al castillo, donde tuvo lugar la recepción para 600 invitados en el salón de San Jorge, utilizado normalmente para cenas de Estado.