Decenas de miles de personas secunda en Bucarest la manifestación convocada por el líder del partido gobernante, Liviu Dragnea, contra un sistema judicial "influenciado y partidista".
PUBLICIDADEnorme manifestación contra la corrupción de la justicia en Rumanía. Alentadas por el Partido Social Demócrata (PSD), actualmente en el poder, cerca de 150.000 de personas salieron a la calles de Bucarest para protestar contra los supuestos abusos del sector judicial en este país.
En el fondo del asunto, la condena a dos años de prisión por fraude electoral del líder del PSD, Liviu Dragnea, que ahora se enfrenta a otra condena por corrupción. Para los seguidores de Dragnea, los auténticos corruptos son los fiscales.
“Estoy aquí para defender una justicia adecuada", decía un ciudadano, "no una basada en casos inventados y falsos testimonios".
El PSD denuncia un claro partidismo por parte de la Fiscalía Anticorrupción, a la que acusan de estar bajo la influencia y presión de los liberales. Un extraño juego a tres bandas entre gobernantes, opositores y justicia.
"Es realmente peculiar el ver una manifestación hecha por aquellos que están en el poder contra lo que ellos llaman estado paralelo", cuenta a euronews profesor Andrei Țăranu, doctor en ciencias políticas. "Un estado paralelo generalmente suele estar relacionado con la teoría de la conspiración".
A pesar de ser la formación gobernante, el Partido Social Demócrata cuenta con dos enemigos muy poderosos: El presidente del país Klaus Iohannis, conservador, y la jefa anticorrupción, Laura Codruta Kovesi, que desde que ostenta su cargo ha llevado a juicio a más de 1000 políticos de diferentes formaciones.
A pesar de quedar lejos de los números que pretendía Dragnea, la de este sábado fue la manifestación organizada por un partido más numerosa en este país desde la caída del comunismo en 1989.