Se salvaron del abrazo del mar, pero ahora nadie los quiere. Más de 600 migrantes siguen hacinados en el buque de rescate, durmiendo en la cubierta, a la espera de poder desembarcar en un puerto.
PUBLICIDADLa crisis del 'Aquarius', el buque de búsqueda y rescate de SOS Mediterranée y Médicos sin Fronteras, comenzó cuando llevaba en el mar menos de 24 horas. Las autoridades italianas recibieron varias llamadas de auxilio y dirigieron a los equipos a una zona en la que encontraron dos pateras con más de doscientas personas a bordo. Se necesitaron más de cinco horas para poner a salvo a todo el mundo.
Después otros migrantes rescatados en las horas previas también fueron transferidos al barco. En este momento, en el 'Aquarius' hay más de 600 personas, sin que todavía se conozca su destino final. Italia sigue sin dar su autorización para que el buque atraque y Malta tampoco lo quiere en su territorio.
Médicos sin Fronteras, que proporciona atención y alimentos a bordo, asegura que la situación está, por el momento, bajo control.
"Estamos bien preparados -nos explica Aloys Vimard, coordinador de proyectos de MSF-. Tenemos comida y agua suficientes para mantener a estas personas durante dos o tres días. Esto no es lo que queremos. El barco abarrotado, la gente que está durmiendo en la cubierta. No es cómodo en absoluto. Están débiles, exhaustos, así que deseamos que puedan tener un lugar cómodo, un lugar digno para descansar ".
Así pues la situación es complicada, pero todos están tranquilos. Hay 629 personas a bordo del 'Aquarius', incluidas cuatro mujeres embarazadas y 11 niños.
