Se han movilizado a través de las redes sociales contra el aumento del precio de la gasolina. El Gobierno ha advertido que no aceptará "la presión de la calle".
Una hora con el freno de mano echado en medio de calles o autopistas.
Así protestan desde el viernes los automovilistas serbios, organizados a través de las redes sociales, contra la subida de precios de la gasolina. Un paro que bloquea las principales arterias y ciudades del país que planean repetir a distinta hora todos los días. El ejecutivo de Belgrado lo considera un chantaje.
Nebojsa Stefanovic, ministro del Interior de Serbia:
"El Gobierno de Serbia está siempre preparado para hablar sobre cualquier tema, pero no bajo la presión de la calle", ha advertido el ministro del Interior. "Nadie desde la calle va a dictar al Gobierno cómo trabajar. Todos deberían tenerlo claro".
El precio del combustible en Serbia ha subido un tres por ciento en el último mes. Las autoridades lo atribuyen a los mercados internacionales, los ciudadanos al aumento de impuestos.
Los conductores de la vecina Bosnia han decidido imitar la forma de protesta por el mismo motivo.