Nacer pobre y morir pobre en México. La pobreza afecta al 40 % de la población y la mitad de los que nacen pobres, morirán siendo pobres, según la OCDE. Los candidatos han propuesto medidas, en particular, atacar de raíz a uno de los problemas sistémicos del país, la corrupción.
PUBLICIDADLa pobreza y la desigualdad social son una lacra que ha echado profundas raíces en México y contra la que hasta ahora ningún gobierno ha encontrado solución, sobre todo, porque está muy ligada a otra problema sistémico del país: la corrupción.
La mitad de los que nacen pobres, morirán siendo pobres
De una población de 120 millones de habitantes, la pobreza afecta al 40 %. Es más, según la OCDE, la mitad de los mexicanos que nacen pobres, morirán siendo pobres.
En el otro extremo, nos encontramos con una minoría extremadamente rica. Un 1 % de la población acapara más de un tercio de la riqueza.
De hecho, dos tercios de la riqueza están en manos del 10 %, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, que denunció el año pasado esta situación, que parece estancada desde 2012.
Las mexicanas, las más excluidas
En ese panorama, la peor parte se la llevan las mujeres: las mexicanas son, de toda America Latina, las que más tiempo destinan a realizar trabajo no renumerado, lo que aumenta su exclusión y su vulnerabilidad, y las aleja del mercado laboral.
Uno de cada tres trabajadores no gana para la canasta básica
Pero trabajar tampoco es una garantía de bienestar. Uno de cada tres empleados formales en México, no logra mantenerse con lo que gana.
Durante la campaña electoral, los candidatos han planteado soluciones, como llevar a cabo una profunda reforma tributaria, que reduzca el IVA sobre bienes básicos e introduzca compensaciones para las clases más humildes.
Y todos han prometido atacar la corrupción. Aunque ha sido López Obrador quien mejor ha capitalizado el hartazgo de la población con los partidos que hasta ahora se han alternado en el poder.
Los analistas también denuncian como causas de la pobreza la elevada informalidad del mercado laboral y la calidad escolar insuficiente, sobre todo, en las zonas más deprimidas.