La victima intentó saltarse un control y, según la Fiscalía, era sospechoso de varios delitos
PUBLICIDADNantes ha vivido una batalla campal por la muerte de un joven de 22 años a manos de la policía. Varios coches han quedado calcinados y ha habido enfrentamientos con las fuerzas de seguridad en el barrio de Breil. Los disturbios alcanzaron a otros dos distritos de la ciudad francesa. Unos doscientos gendarmes han actuado en la zona durante la noche sin que se hayan producido detenciones.
Según fuentes oficiales, alrededor de las 20:30 hora local del martes, la víctima trató de escapar de un control, dando marcha atrás en el coche y atropellando a un agente. En ese momento un compañero disparó al conductor hiriéndole de gravedad, lo que obligó a su traslado a un hospital donde los médicos no pudieron evitar el fatal desenlace. Según la Fiscalía, el fallecido era sospechoso de varios delitos.
La alcaldesa de Nantes, Johanna Rolland, intentó suavizar la situación afirmando que su primer recuerdo era para la víctima y subrayando que "la policía y luego el poder judicial con su independencia tendrán que ser tan claros y transparentes como puedan sobre lo que ha pasado esta noche".
El ministro de Interior galo, Gerard Collomb, ha condenado en un tweet "la violencia y la degradación". El uso de armas de fuego por parte de la policía francesa se incrementó un 54% entre 2016 y 2017, lo que refleja un aumento de las tensiones en el país.