Por el momento, la única forma de poder sacarlos de la cueva en la que se encuentran junto con su entrenador de fútbol desde el 23 de junio es buceando por los túneles hasta el exterior.
PUBLICIDADLos equipos de rescate se afanan por enseñar a los doce chicos y a su entrenador de fútbol a bucear ya que es el único medio para poder sacarlos de la caverna en la que se encuentran atrapados desde el 23 de junio.
Mientras, las bombas extractoras siguen sacando agua para controlar los niveles en el interior de las grutas. La temporada de lluvias acaba de empezar en el norte de Tailandia y se espera sacar al grupo antes de la llegada de nuevas tormentas.
Las fotografías publicadas en las redes sociales por la Marina tailandesa muestran la dificultad de la ruta, con partes muy estrechas y con grandes desniveles.
Los doce niños y a su profesor están en buen estado de salud. Están más delgados después de haber pasado nueve días sin comida y en la oscuridad, pero poco a poco van recuperando fuerzas y el ánimo con los alimentos y las medicinas que les traen desde fuera.
Las autoridades han asegurado que no les sacarán hasta no estar seguros de que no hay ni el más mínimo riesgo, y han dicho que irán saliendo según estén preparados.
Al mismo tiempo, continúan buscando otra salida a través de la montaña.
La calma del interior contrasta con el bullicio exterior, donde se ha instalado todo el operativo de rescate y reciben visitas de personas que quieren mostrarles su apoyo, desde monjes con sus rezos a niños con canciones.